Aquí van unos
consejitos que a mí me han ido fenomenal.
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Otro truquillo es el agua de mar. Yo siempre tengo agua de mar en casa para limpiar la cara y desinfectarla de las impurezas que se acumulan en el día a día. En este caso no repitáis el procedimiento cada día porque si no se os resecará la piel. Con que os limpiéis el cutis una vez en semana con el agua de mar, es suficiente. También lo podéis hacer con un algodoncito o directamente echarla en las manos y lavaros la cara, como si fuese agua que sale del grifo.
Para intentar cerrar
esos poros que se quedan abiertos en la cara, lo mejor es utilizar el limón.
Lo que tendréis que hacer es llenar medio vaso de agua y exprimir medio limón
pequeño en ella. También, una vez por semana, como el agua de mar, os lo
aplicáis en la cara con un algodoncito o esponjita.
Exfoliante:
Para exfoliar nuestro
rostro hay multitud de remedios caseros, yo, de momento, os explico el que he
probado y me ha funcionado bastante bien. Se trata, en este caso, de utilizar
avena en copos. Tendréis que mezclar tres cucharadas de avena en copos en 1/4
de taza grande. Dejad que la avena con el agua reposen durante diez minutos.
Veréis que se ha convertido en una pasta muy espesa. La aplicáis en el rostro
dejando que actúe durante unos minutos y de esta manera ayudaréis al cutis a
que esté más hidratado y limpio.
Si tenéis la piel grasa utilizad este remedio, si la tenéis más bien seca, podéis substituir el agua por leche.
Seguimos con el lema de "Bueno, bonito y barato..."